Riesgos laborales restaurante: la odisea del almuerzo

En la actualidad para comer no hay que salir al bosque y cazar animales, o recoger bayas y setas, rogando que sepamos distinguir entre las sabrosas y las venenosas. Simplemente, podemos ir al supermercado o a un comedor, pero eso no significa que cocinar esté totalmente libre de peligros, y para los cocineros es importante conocer y prevenir los riesgos laborales restaurante a los que se enfrentan.

Conozcamos una jornada típica en un restaurante normal

Llegas a tu puesto de trabajo, en dos horas habrá mucha gente hambrienta esperando tu mejor platillo, y antes de tocar nada, debes cambiar tus contaminadas ropas de la calle y lavarte las manos, para asegurarte de no transferir peligrosos microorganismos.

Ahora, los mesones e instrumentos necesitan ser limpiados, borrando todo rastro de cualquier insecto que haya logrado sobrevivir a las fumigaciones regulares.

El siguiente paso es ordenar, cortar, catalogar y separar los ingredientes, confirmando que todo lo que vayas a necesitar durante el día esté listo y a la mano. Para esto, debes enfrentarte a instrumentos afilados, bajas temperaturas, cargas pesadas y equipos eléctricos.

riesgos laborales restaurante

Todo esto es la parte fácil, porque cuando se abren las puertas, llegan los clientes y la carrera contra el tiempo inicia. Es aquí cuando comienza el verdadero reto:

  • líquidos hirvientes al acecho para causar grandes quemaduras,
  • pisos resbalosos esperando pacientes al primer incauto que dé un paso en falso,
  • corrientes eléctricas buscando liberarse de sus confines de goma y cobre,
  • máquinas pesadas diseñadas para procesar carnes, que pueden jugar una mala pasada.

Y otros más sutiles, pero no menos formidables:

  • lesiones por movimientos repetitivos,
  • y por el simple hecho de transportar algo hirviendo del punto A al B,
  • riesgo de parálisis facial al pasar de un ambiente muy frío a uno muy caliente y viceversa
  • y claro, los incendios.

Pero nada que valga la pena se obtiene fácilmente, y el orgullo de una excelente comida merece el esfuerzo. Afortunadamente, el trabajo en equipo y buen conocimiento sobre los bretes y cómo prevenirlos, con un adecuado seguimiento de las reglas de seguridad e higiene, garantizan que el cocinero pueda emerger triunfante de la cocina, y vuelva a casa satisfecho por una buena jornada laboral.

 

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