Las caries son uno de los mayores temores de todos al verse a un espejo. El solo imaginarse estar con la boca abierta mientras la fresa taladra el diente es capaz de causarle terror al más valiente y postergar la visita por más tiempo del recomendado. Sin embargo, los materiales y la técnica actual para realizar un empaste ha cambiado notablemente.
Anteriormente, se solía usar amalgama de plata (un producto plateado) para rellenar las cavidades dejadas, pero su presencia era obvia al abrir la boca por su color brillado. La aparición de las resinas permite conseguir el tono idéntico o con mayor parecido al color natural del diente, volviéndolo discreto.
Removiendo las caries: ¿cuál es el procedimiento?
- Anestesia general. En caso de que una previa revisión con una placa dental revele que ha penetrado hasta la dentina (la zona con nervios), se debe colocar anestesia en la zona para impedir dolor o incomodidad. En caso contrario, solamente se sentirá una ligera incomodidad durante la operación.
- Remoción. Mediante el uso de una fresa dental, se remueve el área dañada completamente.
- Posteriormente, se procede a colocar el relleno por capas para ir completando el espacio. Durante el proceso, se utiliza luz ultravioleta para acelerar la solidificación.
- En la última capa, se buscará que esta posea el mismo relieve (o uno similar) al que presentaba previamente el diente, de manera que no se dificulte el proceso de masticación.
Este sencillo procedimiento no suele durar más de 20 minutos, además de ser cómodo al eliminar el dolor y sensibilidad del diente sin quitar una parte importante de nuestra sonrisa. Al fin y al cabo, esta es la carta de presentación que le damos al mundo.
Así que si tiene alguna mancha extraña en su boca o está seguro de que tiene caries, apúrese a ir a un dentista profesional donde puedan realizan el empaste dental que necesita y devolver la confianza a su rostro.