Cuando no existe la posibilidad de adquirir un coche nuevo por razones económicas, la mejor solución es comprar vehículos de segunda mano nuevos. Cada vez más personas optan por invertir en un auto usado, ya que supone un coste de 50% a un 75% menos que uno de fábrica.
Aunado a esta realidad, los mecanismos de verificación de un auto usado han mejorado, para tener la capacidad de ofrecerles un producto de calidad a los consumidores. Esto se traduce en mayor confianza a la hora de hacer una inversión tan importante como esta y en menos inconvenientes en un futuro.
Si su decisión es apostar por un coche de segunda mano, es recomendable que el que haya seleccionado no supere los ocho años de antigüedad. Esto se debe a que en la medida que el tiempo pasa, los costes de mantenimiento incrementan considerablemente y las prestaciones en tecnología y seguridad van disminuyendo.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que los defectos mecánicos son fáciles de ocultar con algunos retoques. Por lo tanto, nunca está de más pedir que se realice el respectivo recorrido de reconocimiento o pedir a un profesional que haga una revisión general para conocer las condiciones del coche.
Detalles que no deben pasar por alto al comprar un coche de segunda mano
A continuación, se detallan algunos aspectos claves que no se deben ignorar al hacer su inversión:
- Neumáticos: ver si tienen desgaste excesivo, grietas, rajas, presión incorrecta, flancos deformados, fecha de fabricación, profundidad del dibujo.
- Tubo de escape: presencia de huno excesivo o grietas.
- Paragolpes y carrocería: roturas, desniveles, reparaciones con pintura.
- Motor: ralentí irregular, ruidos, paradas.
Cada vez más usuarios prefieren comprar estos coches, porque son confiables y económicos. Solicite asesoramiento y realice su mejor inversión.