Uno de los productos que nunca me pueden faltar son los exfoliantes faciales y corporales, porque en un solo gesto limpio mi piel en profundidad, quedando más lisa y luminosa. Normalmente suelo utilizarla cuando siento que mi piel lo necesita, es algo así como un sexto sentido que tenemos las mujeres acerca de las necesidades de nuestra piel sin que nadie nos lo diga. Las aplico sobre rostro y cuerpo y a continuación me meto en la ducha. Por un lado obtengo el primer paso en mi cuerpo, para aplicar después mis hidratantes y anticelulíticos y que éstos tengan mayor efecto y por otro lado la piel de mi rostro recupera su esplendor y está lista para que mi tónico y mi crema facial actúen mucho mejor.
Con el Exfoliante Albaricoque Reve tengo dos en uno, sin restar calidad. Sus ingredientes como el aceite de oliva, las proteínas lácticas junto con las semillas de albaricoque, me dejan la piel con una sensación de suavidad y luminosidad increíbles. Por eso muchas veces aplico este exfoliante cuando quiero acudir a un evento y lucir piernas y rostro bonito, cuando se acerca el verano y quiero tener un rostro natural y un cuerpo cuidado o simplemente cuando vengo de trabajar y quiero eliminar toxinas y células muertas, para despertar al día siguiente con un rostro radiante. En este caso suelo aplicar el exfoliante como uno de los últimos gestos antes de dormir o por la mañana nada más levantarme. Por otro lado a la hora de elegir cualquier cosmético y en especial los exfoliantes, me gustan que tengan calidad y además que sean asequibles para mi bolsillo. Por eso probé el exfoliante de Reve y ya no lo cambio porque no me irrita la piel y no contiene dos ingredientes que no me gustan nada en la cosmética: los parabenos y los perfumes que contienen alérgenos.
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